Saltar al contenido
Blade Runner

Grandes Discos 3 : Jeff Buckley

Mensajes recomendados

Jeff Buckley cumplió esa premisa que dice que el artista debe morir joven y dejar un bonito cadáver. Bueno, a medias. Jeff se fue joven, pero lo que se pudo encontrar de su cuerpo estaba en tal mal estado (tras ahogarse en mayo de 1997 en Tennesse) que solo pudo ser identificado por un piercing que el cantante tenía en el ombligo.
Y era una pena, pues Buckley dejó en vida solo este disco, Grace, que fue hecho a conciencia y con la dedicación que Buckley ponía en todas sus cosas (todo lo demás son discos póstumos y a los cuales le falta la mano de Buckley). Pero es un disco salvaje, emotivo, tremendo, una de las grandes cumbres de los 90 en forma unánime y que es el unico registro de todo lo grande que pudo haber sido Jeff.
Jeff Buckley arrastró en vida el enorme peso de haber sido hijo del gran Tim Buckley quien, como él, también se iría demasiado joven a los 28 años. Los genes eran evidentes: los Buckley eran físicamente poco parecidos, pero en rostro eran iguales; el rango vocal, en ambos casos, era milagroso; y la calidad de Tim y Jeff están fuera de duda.
Pero en eso morían las coincidencias. Jeff, hastiado de ser comparado siempre con su ilustre progenitor, se aburrió de aclarar que el único recuerdo que tenía de Tim era unas horas viendo dibujos animados. Luego, los Buckley no se verían más. El aprendizaje musical de Jeff quedó en manos de su madre y de su padre adoptivo, quienes introdujeron a Jeff en toda clase de música, las cuales se verían reflejadas en la ambición desmedida de Grace.
Pero Tim Buckley, aún muerto, haría algo decisivo en la vida de Jeff: para un concierto de recuerdo de Tim en New York, la producción del evento convenció a Jeff de asistir y cantar un par de canciones. Dejando claro que Tim Buckley tenía un hijo, pero al parecer no lo sabía, Jeff se jugó la piel en esas dos canciones. Sería suficiente, el embrujo Buckley había funcionado de nuevo. Las mismas herramientas que le dieron a Tim sus momentos de gloria se repetían en Jeff, solo que con los agregados de la simpatía, el carisma y la humildad de Jeff.
Todos los esfuerzos de Buckley se reflejaron en la enorme calidad de Grace: las melodías son formidables, las canciones como soles, la elegante voz de Buckley abarca todas las notas y todas las emociones, mientras te desgarra por dentro. La voz temblorosa de Buckley no deja de transportar al oyente a viajes enloquecidos, llenos de delirios febriles, profundos precipicios, en un viaje de ida y vuelta lleno de soledad, tormento, pasión y muerte. Puede resultar extremo para el oyente casual: pero el drama extremo era la esencia del arte de Jeff Buckley.

Canción mortal: Last goodbye. Un comienzo de blues, pasa por el soul, guiños al grunge y una voz que suena decididamente abandonada. Triste a niveles insoportables.
Canción mortal (bis): Hallelujah. Jeff Buckley transformó de tal manera el original de Leonard Cohen, que el mismo canadiense afirmaba que la versión de Buckley le gusta más que la suya propia. Y solo armado con su voz ejemplar y una guitarra. Nada más, por la chucha, no usó nada más!!!
Canción recontramortal: Grace. Todo lo que buscas está ahí. No importa lo que pidas, Jeff Buckley lo tenía ahí, en ese fino envase. Y los coros finales, con Jeff haciendo lo que quiere con sus cuerdas vocales, son para cortar la respiración.

 

 

 

El disco entero es redondo y perfecto. No tiene ni una pifia. Lo cual le pone el lamentable valor agregado de ser el testigo de lo que pudo ser una gran carrera que el destino no quiso. Que hubiera firmado Jeff Buckley, si hubiera vivido 10 años más?

Enlace a comentario
Compartir con otras webs



  • Visualizado recientemente   0 usuarios

    • No hay usuarios registrado para ver esta página.
×
×
  • Crear nuevo...